Belen Esteban, el monstruo televisivo denominada así no por su horrible aspecto demacrado por excesos y su esperpéntica forma de hablar sino porque cobra muuuucho dinero por hacer sus apariciones en cada plató. La bicha en cuestión cobra dinerales por lucir su esqueleto de plató en plató contando sus penas, idas y venidas de su ex novio Jesulin de Ubrique. Y para ello no escatima en mentir, acosar o poner a su hija por en medio una y otra vez porque a fin de cuentas lo que cuenta es la pasta gansa.
Inspección en plató de Sálvame
La friolera de 24.000 euros cobra esta peliteñida por despotricar, eso si para ello como he dicho tiene que vender sus miserias una y otra vez y si no las tiene las fabrica, o provoca a su familia politica para hechar carnaza. Tanto es así que Hacienda (que somos todos) ha metido baza en el asunto y le ha pedido la parte correspondiente porque por lo visto la susodicha se le había olvidado. La última vez fue en el propio plató de televisión donde graba Sálvame, ahí dos agentes se personaron para informale de que tien dos inspecciones pendientes, ya que por lo visto a la muchacha entre porro y porro se le olvida. Así que ahora tendrá que hacer frente como todo hijo de Dios y pagar lo que debe.
Para terminar, algo que tampoco habrá pasado por alto Hacienda son las suculentas exclusivas que en los últimos años ha concedido a diversas revistas del corazón. Ella siempre ha defendido su derecho a hablar de su vida ‘cobrando’ ‘porque para que se lo lleven otros, me lo llevo yo’, ha asegurado en multitud de ocasiones. La última fue la que concedió a la revista Lecturas aprovechando la cleebración de la Comunión de su única hija, Andrea Janeiro Esteban, de nueve años
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